•La mayoría de los adolescentes prefieren salir/estar de pareja con un no fumador.
•Ahorras dinero si dejas de fumar. Un paquete de cigarros cuesta cerca de Bs.14,00 / $3,25
•Solamente tienes un par de pulmones. Cualquier daño que les hagas ahora te va a seguir el resto de tu vida.
•Entre más tiempo fumes, mayores probabilidades tienes de morir por eso. Uno de cada 3 fumadores muere por fumar y muchos más se enferman. Piensa en tus amigos que fuman. 1/3 de ellos va a morir por fumar si no deja de hacerlo.
•Nicotina: Es un potente veneno e incluso se usa en múltiples insecticidas (fumigantes para invernaderos). En bajas concentraciones, la sustancia es un estimulante que produce adicción. La nicotina actúa sobre el sistema nervioso central (igual que el alcohol) produciendo una excitación seguida de depresión. Pero la mayor parte de sus efectos se producen por estimulación del sistema nervioso vegetativo o autónomo originando aumento de la contractilidad y la frecuencia cardíaca, constricción generalizada de los vasos sanguíneos, estímulo de la respiración, incremento de la acidez gástrica, de la movilidad intestinal y elevación de los niveles en sangre de glucosa, colesterol y ácidos grasos libres.
•Arsénico: Es un compuesto extremadamente tóxico, usado para la fabricación de veneno para ratas. Su inhalación quema los pulmones y hace que la respiración se vuelva deficiente, puede causar efectos crónicos por su acumulación en el organismo.
•Metanol: Utilizado en disolventes industriales, anticongelantes en vehículos y combustibles. La dosis de este compuesto tóxico puede dañar seriamente el nervio óptico causando dolor de cabeza, mareo, náusea y ceguera. Una exposición crónica puede provocar daños al hígado.
•Cadmio: Una exposición a niveles significativamente altos de este elemento ocurren cuando la gente fuma. El humo del tabaco transporta el Cadmio a los pulmones dañándolos severamente. Otros efectos sobre la salud que pueden ser causados por el Cadmio son dolor de estómago, fallos en la reproducción, daños al sistema nervioso central y al sistema inmune y desordenes psicológicos.
•Monóxido de Carbono: Es un gas tóxico producto de la quema de materia orgánica con aporte insuficiente de oxígeno. Este gas al introducirse en el organismo a través de las vías respiratorias, inhibe proteínas que contienen el grupo hemo, como los citocromos. Inhibe la citocromo-oxidasa, bloqueando la cadena de transporte de electrones en la mitocondria, por lo que reduce la capacidad de la célula para producir energía. Al bloquear la cadena respiratoria, genera moléculas con alto poder oxidante, que dañan proteínas, lípidos y ácidos nucleicos. Unas pocas partículas alteran el funcionamiento del sistema nervioso y provoca desde cambios de humor y cefaleas permanentes hasta lesiones neurológicas.
•Formaldehido: Es uno de los compuestos orgánicos básicos más importantes de la industria química. Utilizado en productos cosméticos y como conservante en laboratorios, también se trata de un compuesto tóxico que ha demostrado propiedades cancerígenas en diversos experimentos. Su inhalación puede producir irritación en la garganta. La gente que sufre de asma es probablemente más susceptible a los efectos de inhalación de formaldehído.
•Benzopireno: En especial, el a-benzopireno es uno de los derivados de mayor factor de riesgo, tras largos periodos de consumo, puede desencadenar desórdenes celulares produciendo cáncer.
•Butano: Es un hidrocarburo saturado, parafínico o alifático, inflamable, gaseoso. Su inhalación crónica produce trastornos patológicos del sueño traduciéndose en una excesiva tendencia al sueño y situación de adormilamiento.
•Cianuro de Hidrógeno: El cianuro se encuentra en el humo del cigarrillo y en los productos de combustión de los materiales sintéticos, como telas y plásticos. Su principal efecto nocivo en el organismo es el impedir que el oxígeno portado por los glóbulos rojos llegue a las demás células del organismo, dificultando así el proceso de la respiración celular.
•Amoniaco: El amoniaco es un exitoso producto de limpieza. Su efectividad consiste en sus propiedades como desengrasante lo que lo hace útil para eliminar manchas difíciles. Su inhalación produce irritación de garganta, a medida que aumenta la concentración puede llegar a producir edema pulmonar, puede causar destrucción de la mucosa gástrica, provocando severas patologías digestivas.
“Las compañías productoras de tabaco han afirmado durante mucho tiempo que usan amoniaco como muchos otros químicos en los cigarros únicamente para mejorar el sabor de éstos. Sin embargo, científicos han demostrado que el amoniaco actúa en el tabaco aumentando los niveles de nicotina libre, permitiendo que esta sea absorbida mucho mejor por el cuerpo provocando que los fumadores de tabaco al que se le ha añadido amoniaco absorban más nicotina que aquéllos cuyos cigarrillos no han sido tratados con el compuesto químico. “
Cada vez que inhalas humo de un cigarro, pequeñas cantidades de estos químicos se van a tu sangre a través de los pulmones y afectan de forma negativa al funcionamiento de tu cuerpo:
•Fumar hace que huelas mal, te saca arrugas, mancha tus dientes, te da mal aliento, te provoca 3 veces más caries que los no fumadores, disminuye tus niveles hormonales. Cuando te resfrías, es más probable que la toz le dure más tiempo que lo que le dure a los no fumadores. Además, es más probable que tengan problemas de bronquitis y neumonía en comparación con los no fumadores.
•Los fumadores adolescentes tienen pulmones más pequeños y un corazón más débil que los adolescentes no fumadores. Además se enferman más seguido que los adolescentes que no fuman. Fumar paraliza los cilios que se alinean en tus pulmones. Los cilios son pequeñas estructuras como vello que se mueven hacia adelante y hacia atrás para barrer las partículas fuera de tus pulmones. Cuando fumas, los cilios no pueden moverse y no pueden realizar su trabajo. Por lo tanto, el polvo, el polen y otras cosas que inhalas se asientan en tus pulmones y se acumulan. Además, hay muchas partículas en el humo que van hacia tus pulmones. Dado que tus cilios están paralizados debido al humo y no pueden limpiar tus pulmones, las partículas se asientan en tus pulmones y forman sarro.
•La nicotina y el alquitrán producen un revestimiento en las delgadas membranas de los alvéolos matándolos obstruyendo el libre paso del oxígeno a la sangre. Los alveólos no vuelven a crecer. Así es que cuando los destruyes, también destruyes permanentemente una parte de tus pulmones. Esto te perjudica en actividades donde la respiración es importante, como deportes, baile o canto.
A muchos adolescentes les gusta la sensación que sienten cuando fuman. Este sentimiento agradable viene de la nicotina en los cigarros. Algunos adolescentes piensan que fumar les ayuda, sienten que el fumar les da sentido de libertad e independencia, y algunos fuman para sentirse mejor en algunas situaciones sociales. Si esto te parece familiar, tendrías que parar y pensar si las razones por las que te gusta fumar valen la pena frente a los riesgos.
La nicotina te puede hacer sentir bien, pero ¿ésa sensación agradable (una sensación que también puedes obtener de actividades saludables como jugar deportes) realmente vale la pena por todas las cosas malas que los cigarros te hacen? ¿Crees que fumar es un símbolo de que puedes hacer lo que quieras hacer? ¿Que estas en control de tu vida? Piensalo de esta manera: Cuando decidiste empezar a fumar, estabas haciendo exactamente lo que las compañías tabaqueras quieren que hagas. Ellos gastan millones de dólares cada año en avisos para tratar de hacer que más gente, especialmente adolescentes, fumen. Estas forzado a comprar sus productos para poder mantener tu adicción. ¿Realmente quieres una corporación grande controlando tu vida y diciéndote como gastar tu dinero?
Mucha gente no se da cuenta que son adictos al cigarro. Desafortunadamente, es muy fácil hacerse adicto. Los cigarros son más adictivos que la cocaína o la heroína. Las situaciones de stress o salir con amigos que fuman puede hacer que aumente el número de cigarros que fumas y volverte adicto. Trata de no fumar nada en toda una semana. Si esto parece difícil puede afirmar tu adicción. Algunos tienen miedo de dejar de fumar porque piensan que van a engordar. En realidad, muchos pueden ganar un poco de peso pero no lo suficiente como para que cambie su apariencia. La gente no engorda porque deja de fumar. Lo hacen porque comienzan a comer más. Usualmente, la gente confunde la sensación de necesidad de nicotina con hambre y comen para tratar de que se vaya este sentimiento incómodo. Los fumadores están acostumbrados a tener algo en sus manos y su boca, por lo que probablemente pueden usar la comida para reemplazar el sostener un cigarro.
Para evitar ganar peso, puedes intentar las siguientes cosas:
1.Beber sorbos de agua en lugar de comer cuando tengas esa sensación desagradable.
2.Comer zanahorias o apio u otra comida saludable y baja en calorías.
3.Hacer ejercicio. Esto te ayuda a mantener tu mente alejada del cigarro.
4.Mantente ocupado. Es menos probable que, si estás haciendo otras cosas.
La mayoría de los fumadores pospone el dejar el cigarro, ya que piensan que lo van a dejar en unos años, cuando sea el tiempo correcto o estén listos. Solamente 5% de los adolescentes piensa que va a seguir fumando en 5 años. Actualmente, cerca de 75% de ellos se encuentran fumando cinco años más tarde. Si fumas, nunca va a parecer que el tiempo correcto para dejar el cigarro llegó, y dejarlo va a ser cada vez más difícil. Cuanto más tiempo fumes, más difícil es parar la adicción y más daño le haces a tu cuerpo.
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